Felipe Acosta
Actor, director y Dramaturgo Hondureño
martes, 16 de mayo de 2023
sábado, 6 de mayo de 2023
MADRE TIERRA (TEXTO)
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MADRE TIERRA |
.Escrita por:
FELIPE ACOSTA
Todos los derechos reservados
Se prohíbe su reproducción en cualquier forma, así como el montaje
para representaciones públicas o privadas con fines comerciales, sin el permiso
por escrito del autor.
“El ser humano
es la especie más insensata: Venera un Dios invisible, y masacra una naturaleza
visible, sin saber que esta naturaleza que él masacra es ese Dios invisible que
él venera.
HUBERT REEVES
“Los países más
avanzados están conduciendo al mundo al desastre, mientras que los pueblos
hasta ahora considerados primitivos están tratando de salvar AL PLANETA ENTERO.
Y a menos que
los países ricos aprendan de los indígenas, estaremos condenados todos a la
destrucción”
NOAM CHOMSKY
I.
LA
CREACIÓN
Fondo
musical. Gran explosión del que se desprenden las galaxias, conformadas por
miles de estrellas.
VOZ
EN OFF: El universo es, desde su inicio, energía viva. Energía que nunca se
destruye, se transforma. Energía que a lo largo de millones de años sigue
creciendo, evolucionando; y ha creado miles de galaxias, que a su vez contienen
millones de estrellas, y estas, miles de millones de planetas, satélites y
asteroides.
El
planeta en que vivimos fue formado a lo largo de miles, millones de años, todo
cuanto en el habita tomó su forma actual a través de cambios sutiles, muy
pequeños, lentos pero inevitables…Nos recuerda que la vida en sí misma es solamente
una pequeña parte de la existencia del todo.
II.
FLORECIMIENTO
VOZ
EN OFF: Durante siglos LA TIERRA floreció y dio alimento y cobijo a todas las
criaturas que lo habitan. Criaturas de múltiples especies, en diversidad de
formas, tamaños, colores…
-
Animales en el bosque
-
Criaturas marinas
-
Campos de flores
-
Hombres cultivando
-
Hombres en el mar, lagos y
ríos
III.
EL
ENCUENTRO
La
escena se transforma en un sitio árido en donde solamente hay un gran árbol (ETAIL)
meciendo sus ramas. Una niña se sienta apoyando su espalda a él y arroja una
botella de plástico.
ETAIL: ¡Niña!
ANDREA: ¿Eh?
ETAIL: Aquí.
ANDREA:
¿Quién me habla?
ETAIL: Yo.
Aquí, a tus espaldas. (La niña se
levanta)
ANDREA: (Rodeando el árbol) ¿En dónde? No te
escondás.
ETAIL: No me
escondo. (Una rama roza la cabeza de la
niña) Estoy aquí.
ANDREA: (Confundida) Los árboles no hablan.
ETAIL: De
hecho sí lo hacemos. Me escuchás, ¿no es así?
ANDREA: Sí,
pero… Todo el mundo sabe que los árboles no hablan.
ETAIL:
Algunas personas saben que sí lo hacemos. Algunas personas aprenden a
escucharnos.
ANDREA: Pero…
ETAIL: No te
asustés. En este caso yo he decidido hablarte y decirte que no está bien que tirés
basura a mis pies.
ANDREA: No
importa… Y perdoname, pero mis padres me han dicho que no debo hablar con
extraños, así que…
ETAIL: Un
sabio consejo. Permitime presentarme soy ETAIL, el árbol más viejo del pueblo.
¿Y vos quién sos?
ANDREA: Eh…
yo…
ETAIL: ¿Cuál
es tu nombre?
ANDREA: Eh…
ETAIL: No
soy un extraño, soy un árbol que ha estado aquí por mucho tiempo. Y ya te dije mi
nombre.
ANDREA: Bueno
sí… ¿Cómo dijiste que te llamás?
ETAIL: ETAIL
ANDREA: (Se ríe) Que nombre más extraño.
ETAIL: No
para un árbol. ¿Cuál es el tuyo?
ANDREA:
Andrea María Martínez Medina.
ETAIL:
Andrea María Martínez Medina, Muy bien, Andrea, ahora que ya sabemos quiénes
somos, no somos desconocidos. De tal forma que ya podemos conversar. Me da
mucho gusto hacerlo, te he visto pasar muchas veces desde que eras muy pequeña.
Nunca te habías detenido a recostarte en mi tronco.
ANDREA: Es que
siempre comemos la merienda en la escuela, pero hoy salimos temprano, y como
hace mucho calor, me dio mucha hambre y sed.
ETAIL: ¡Sí
que hace mucho calor! Me alegra que te hayás cobijado bajo mi sombra.
ANDREA: Es la
única por aquí. Gracias. Adiós.
ETAIL: No,
esperá.
ANDREA: ¿Qué pasa?
ETAIL: Te
olvidás de la basura.
ANDREA: No
importa, aquí ya hay mucha basura.
ETAIL: Y eso
no está nada bien. ¿Acaso tus padres nunca te han dicho que no debés arrojar
basura en los caminos?
ANDREA: Sí.
Pero todo el mundo lo hace.
ETAIL: ¿Y
por el hecho de que la mayoría de la gente lo hace, vos querés hacerlo también?
ANDREA:
Bueno…
ETAIL:
¿Nunca has pensado que toda esa gente está haciendo algo que no está bien?
ANDREA: Mmmm…
No sé…
ETAIL: ¿Sabés
cuánto tiempo tomará que esa botella plástica logre descomponerse en el suelo?
ANDREA: No…
supongo que unos días, o unas semanas. La lluvia y el sol van a…
ETAIL: Te
equivocás. Aunque lloviera mucho, a la tierra le tomaría muchísimos años asimilar
ese material.
ANDREA: ¿Muchos?
ETAIL:
Muchísimos. Además, no se ve bien el lugar con tanta basura por todas partes.
ANDREA: Eso
es verdad ¡Pero yo no la he tirado toda!
ETAIL: Eso
también es verdad, pero contribuís a que la basura se acumule. Si todos
ayudamos un poco las cosas se resuelven más fácilmente.
ANDREA: ¿Qué
cosas?
ETAIL: Todas
las cosas. Mirá, allá viene don Pepe. ¿Lo conocés?
ANDREA: Sí,
bueno, nunca he platicado con él. Mi papá dice que es un “viejo raro”
ETAIL: (Ríe) Quizá sea porque él siempre está
dispuesto a ayudar a los demás sin pedir nada a cambio. Y es el único, que
hasta hoy, se detenía a conversar conmigo. Te aseguro que es una buena persona.
(Agita suavemente una de sus ramas.)
Hola Pepe.
DON PEPE: Hola,
Etail. ¿Cómo has estado?, (A Andrea)
Hola.
ETAIL:
Permítanme presentarlos. Ella es Andrea. Él es Pepe.
ANDREA: Hola,
Don Pepe.
DON PEPE: Hola
Andrea. Es un placer conocerte.
ETAIL: Pepe
fue maestro durante muchos años en tu escuela.
ANDREA: ¿De
verdad?
DON PEPE: Así
es. Tus padres fueron mis alumnos, hace ya algunos años.
ETAIL: Eso
yo no lo sabía.
DON PEPE:
Prácticamente todos en el pueblo fueron mis alumnos, fui el único maestro del
pueblo durante mucho tiempo. (A Andrea)
Y ahora Etail es mi maestro.
ANDREA: ¡Aaaah!
Un árbol no puede dar clases.
DON PEPE: No
puede moverse de aquí, pero los árboles, todas las plantas; el sol, la luna,
las estrellas, el río, todos los animales, todo en el mundo tiene algo que
enseñarte. Sólo hace falta poner atención.
ETAIL: Le
explicaba a Andrea, que no está bien que tire la basura en cualquier lugar. Que
esa botella de plástico que ella arrojó aquí, a mis pies, toma muchísimos años
en descomponerse. Ya la madre tierra no puede con tanto.
DON PEPE: Es
correcto.
ANDREA: Bueno
pero yo sólo tiré una botella. No veo porque…
ETAIL:
Pero seguramente no es la primera vez que lo hacés. ¿O me equivoco?
ANDREA: No,
pero…
ETAIL: Y
muchas personas hacen lo mismo, un desperdicio cada vez. Mirá todo lo que se ha
acumulado. Y no tenés idea del daño que eso causa. ¿No es así Pepe?
DON PEPE: Así
es. Quizá no lo sepás, aun sos pequeña, pero hace años este lugar se veía lleno
de verdor, los campos daban buenas cosechas que alimentaban a las personas y a
los animales que aquí vivían.
ETAIL: Muchos
de mis hermanos árboles que parecían fuertes se han enfermado y ya no dan
frutos como antes, incluso muchos de ellos se han secado para siempre. Otros
muchos han sido cortados con hachas y motosierras. Vos misma lo dijiste, sólo
queda mi sombra en este camino.
ANDREA: Yo no
tengo la culpa de eso, yo solo tiré una botellita.
DON PEPE: El
problema no en sólo esa botellita. Mirá, si cada persona, siete mil millones de
personas, arrojan un desecho cada día, la madre tierra recibe siete mil
millones de papeles, envases, botellitas… siete mil millones de pequeños trozos
de basura cada día.
ETAIL: Eso
sin contar el humo y desperdicios que salen de las fábricas, los gases
venenosos de los automóviles y muchas cosas más.
ANDREA:
¿Cuántas personas, dijo?
DON PEPE: Siete
mil millones.
ANDREA: (Ríe) No hay tantas personas.
DON PEPE: Por
supuesto que las hay.
ANDREA: ¿En
dónde?
DON PEPE:
Alrededor de todo el mundo.
ETAIL: (Ensimismado) Me gustaría conocer el
mundo.
ANDREA: A mí
también me gustaría conocer todo el mundo.
DON PEPE: Pues
alrededor del mundo viven poco más o menos todas esas personas. Quizá algún día
llegués a conocerlo. Yo no he podido visitarlo todo, pero conozco algunos
lugares lejanos. Si vos querés mañana puedo prestarte un libro que habla de
ellos y de toda esa gente y sus costumbres. ¿Te gustaría?
ANDREA: ¡Sí!
DON PEPE: Muy
bien, voy a traerlo mañana. ¿Te parece bien a esta misma hora?
ANDREA: Sí,
mañana también vamos a salir temprano de la escuela. Gracias, y adiós.
ETAIL: (Carraspea) ¿No se te olvida algo?
ANDREA: Creo
que no.
ETAIL: La
basura que arrojaste. Llevala a tu casa y la ponés en su lugar. Es más, alguien
debería recoger toda esta basura.
ANDREA: ¿Toda
esa basura? Bueno… voy a llevar la que yo acabo de tirar.
ETAIL:
Muchas gracias.
DON PEPE: Andrea.
¿Tenés muchas tareas para mañana en la escuela?
ANDREA: No, esta
semana no nos dejarán tareas.
DON PEPE: Mirá,
traigo conmigo un libro. Habla de las razones y las consecuencias del cambio
climático.
ANDREA: ¿El
qué?
DON PEPE: El
cambio climático. Tiene que ver con eso de la basura, el humo, los desechos de
los que hablaba Etail, y el porqué del calor, las inundaciones, la sequía. Aquí
vas a encontrar lo importante que es evitar arrojar basura y otras cosas.
¿Querés llevarlo?
ANDREA: Sí, está
bien.
DON PEPE: (Entregándoselo) Aquí está. Cuidalo
bien.
ANDREA: Sí,
muchas gracias. Adiós Don Pepe, adiós Etail.
(Sale)
ETAIL:
Adiós, Andrea.
DON PEPE: Adiós,
Andrea, hasta mañana. (Andrea sale. Pausa)
Que sorpresa encontrarte platicando con esa niña. ¿Te pasa algo? ¿Hace
cuánto que no platicabas con alguien que no fuera yo?
ETAIL: Hace
mucho tiempo. Tal vez me decidí a hablarle por… No lo sé… un presentimiento,
quizá.
DON PEPE: Por cierto,
parece muy lista.
ETAIL: Sí,
es muy lista, pero…
DON PEPE: ¿Pero
qué?
ETAIL: Ya
ves, no se toma muy en serio eso de tirar la basura. Si no se comienza por las
cosas pequeñas, ¿Cómo podemos esperar que hagan cosas grandes para salvar a la
madre tierra? Para salvarnos a nosotros, para salvarse ellos mismos.
DON PEPE: Tenés
razón, pero es curiosa, al menos aceptó el libro, y mostró interés en las cosas
del mundo. Seguramente está a tiempo para aprender. Vos podrías…
ETAIL: Tenés
que enseñarle, Pepe. Tenés que enseñarles a todos, a todas.
DON PEPE: Sabés
que lo he hecho, al menos lo intenté por muchos años. A veces me siento muy
cansado y decepcionado.
ETAIL: También
yo estoy cansado y débil, debería poder vivir muchos años más, pero bajo estas
condiciones es difícil. Mis hojas se están cayendo fuera de la temporada
normal, dos de mis ramas están secándose. Si la lluvia sigue tan escasa como en
los años anteriores, a lo mejor ni siquiera te sobreviva.
DON PEPE:
Vamos, creo que estás exagerando.
ETAIL: No exagero.
La madre tierra está enferma, y sólo las personas pueden decidir si salvarla o continuar
destruyéndola. Andrea tiene razón, lo que ella haga no es suficiente ni para
una cosa ni para la otra. Cada persona aporta un poco, de tal manera que el
destino del planeta está en manos de todos los pueblos.
DON PEPE: ¿Y yo
que puedo hacer?
ETAIL: Enseñarles,
mostrarles el camino del conocimiento de todos los pueblos dispersos sobre la
tierra. Comenzá por Andrea.
DON PEPE: Está
bien, voy a intentarlo.
ETAIL: Es
mucho mejor que sentarse a esperar. En mi caso, aunque de pie, ya te puse en
contacto con ella.
DON PEPE: Tenés
razón. Tengo que irme, te veo mañana.
ETAIL: Hasta
mañana Pepe.
IV.
EL
CAMBIO CLIMÁTICO.
El
escenario se transforma en el dormitorio de Andrea
Andrea
está en su casa leyendo el libro que le diera Don Pepe. En el escenario se
recrean las situaciones a medida que Andrea lee.
AL
principio se ve un campo sembrado y verdor por doquier. Pasan leñadores con
hachas y motosierras cortando árboles. Un tractor pasa arrasando los troncos de
árboles previamente talados. Al fondo va surgiendo una gran ciudad, se escuchan
sonidos de ciudad, confusos, caóticos.
-
Humanos
arrojando basura
-
Fabricas
echando humo
-
Largas
filas de automóviles
-
Campo
de sembradíos secos
-
Pozos
secos
-
Bomba
atómica
ANDREA:
Parece que Etail tiene razón. Cuantas cosas le hacen daño a la naturaleza.
VOZ EN OFF: ¡Andrea! Vení a cenar.
ANDREA: Voy.
VOZ EN OFF: Lavate bien las manos.
ANDREA: Sí,
mamá. Voy.
Andrea cierra el libro y sale. Transición musical.
V.
ANDREA AYUDA
Aparece
de nuevo el árbol, y al momento llega Pepe.
DON PEPE: Buenos
días, Etail.
ETAIL: Buenos
días, Pepe. ¿Cómo amaneciste?
DON PEPE: Bastante
bien. Considerando los años que me cargo, nada que no pueda esperarse. ¿Y hoy
están mejor tus ánimos?
ETAIL: Lo
único que no puedo perder es la esperanza.
DON PEPE: ¿Todavía
no llega Andrea?
ETAIL: Todavía
no. Supongo que no tardará, el sol casi está en el punto de la hora en que
llegó ayer.
DON PEPE: Ojalá
que haya leído al menos una parte del libro.
ETAIL: Esperemos
que sí. Parecía interesada.
DON PEPE: Le
traje el libro que le prometí. Estuve leyéndolo por largo rato. Me ha hecho
pensar en que si pusiéramos atención a lo que pensaban las gentes que vivieron
hace muchos siglos, en todas esas civilizaciones, tal vez no tendríamos los
problemas que tenemos hoy en día.
ETAIL: Pero
no te creás que todo era perfecto. Los seres humanos han cometido errores en
todas las épocas y en todos los sitios que han poblado.
DON PEPE: Tenés
razón. Mirá… allá viene Andrea.
ETAIL: Llega
puntual.
ANDREA:
Buenos días Don Pepe, buenos días Etail.
ETAIL: Buenos
días Andrea.
DON PEPE:
Buenos días Andrea.
ANDREA: Me
gustó mucho el libro. También se lo enseñé a mi profesora, y ella leyó algunas
cosas en el aula.
DON PEPE: ¿De
verdad?
ETAIL: ¿Y
que han dicho tus compañeros y compañeras?
ANDREA:
También les gustó mucho.
DON PEPE: ¿Y
aprendiste algunas cosas?
ANDREA: Sí,
bastantes. Por ejemplo, que ahora llueve menos y hace más calor que antes,
debido a la contaminación.
ETAIL: Y,
¿descubriste que pasa cuando hace más calor?
ANDREA: Mmmm…
Hay que tomar más refrescos y jugos. (Ríe)
ETAIL: Siempre
es mejor tomar agua. ¿Y qué pasa con las plantas?
ANDREA: Se
secan. Creo.
ETAIL: Así
es, nosotras también necesitamos del agua y de un ambiente limpio para crecer y
seguir viviendo.
DON PEPE: Las
personas también necesitamos un medio ambiente limpio.El otro día en el centro
de salud estaba una señora con su hijo.Dejá que te muestre lo que platicaba con
el doctor. (Don pepe saca de su bolso dos
muñecos construidos de material reciclado e interpreta los personajes)
=
= = = = = = = = =
SEÑORA:
¿Qué tiene mi hijo, Doctor?
DOCTOR:
Tiene muy congestionados los pulmones debido a la contaminación. Además, lo ha
afectado el cambio brusco del clima.
SEÑORA:
Es que una ya no sabe cómo va a estar cada día, en cuanto hace frío, hace un
gran calor. Así que no sabe cuándo mandarlos abrigados y cuando no.
DOCTOR:
Cómprele estas medicinas, porque ahorita no hay en el hospital. Espero que su
niño se mejore, y perdone, pero no puedo dedicarle más tiempo, ya ve cuantos
niños están afuera con el mismo problema.
SEÑORA:
Sí doctor. Esto parece una epidemia. Antes no nos enfermábamos tanto.
DOCTOR:
Es que cuando nosotros éramos niños el aire no estaba tan contaminado, y el clima
no cambiaba tanto. Además, comíamos comidas más saludables.
SEÑORA:
Tiene razón doctor. Con su permiso.
=
= = = = = = = = =
ANDREA: Es
cierto, muchos de mis compañeros y compañeras han faltado a clases por que se
han enfermado varias veces.
ETAIL: Aparte
del calor o el mucho frío, aquí el problema es que mucha gente quema la basura
o los pastos, para después sembrar. Y no saben el daño que provocan.
DON PEPE: Y en
las ciudades, los automóviles y las fábricas echan toneladas de CO2.
ANDREA: Eso
leí, pero ¿Qué es el CO2?
DON PEPE: Es la
formula química de un gas. Dióxido de carbono.
ANDREA: ¿Y es
muy malo?
DON PEPE: Sí,
es un gas muy venenoso para el organismo. Si respirás ese gas podés enfermarte
seriamente, incluso morir.
ANDREA: Por
eso es importante no contaminar el aire.
DON PEPE: Y
tampoco debemos contaminar las fuentes de agua. Es muy importante cuidarla y
ahorrarla. Imaginate a otras dos personas. (Utilizando
otros dos muñecos, Don Pepe representa otra escena)
=
= = = = = = = = =
JUAN:
Oy, Manuel, ¿y ques que andas careto y un poco hediondo?
MANUEL:
Si es que ya van a ser 15 días que no llega agua a la casa. Apenas tenemos un
barril para la cocina y para medio limpiar a los chigüines.
JUAN:
Comprate una cisterna, que te la lleven a la casa.
MANUEL:
No hombre, si el viaje de la cisterna vale lo que la provisión de 15 días. Sin
bañarme puedo estar, pero ¿y cómo le hacemos sin comer?
JUAN:
Eso sí es cierto. Y espérate que llegue el verano.
=
= = = = = = = = =
DON PEPE: ¿Qué
creés que le pueda pasar a ese señor?
ANDREA: Que
se puede enfermar si no se baña todos los días.
ETAIL: ¿Y vos
te bañás todos los días?
ANDREA: Sí,
antes de irme a la escuela. ¿Y los árboles como se bañan?
ETAIL: Con
el agua de lluvia.
ANDREA:
Entonces no te has bañado en muuuuchos días.
ETAIL: Así
es. Hace mucho que no llueve.
ANDREA: ¿Y
también te podés enfermar?
DON PEPE: Sí,
también.
ANDREA: Yo no
quiero que te enfermés.
ETAIL: Nadie
quiere estar enfermo, pero… No depende de mí.
DON PEPE: ¿Te
gustaría ayudar a que Etail no se enferme?
ANDREA: Sí.
DON PEPE:
Entonces podés ayudar.
ANDREA:
¿Cómo?
DON PEPE: Para
empezar, ya no debés volver a tirar basura.
ANDREA: Está
bien. No lo vuelvo a hacer.
ETAIL:
Nadie puede resolver esta situación.
ANDREA:
¿Nadie?
DON
PEPE: Lo que Etail quiere decir es que nadie, por sí
sólo, puede resolverla. Pero si cada uno de nosotros hace un poco, entre todos
sí podemos. Y ya que tu profesora y tus compañeros vieron el libro y les gustó.
¿Por qué no les decís que además de no tirar basura, recojan la que está aquí?
ANDREA: ¿Toda
esta basura?
ETAIL: ¿Por
qué no?
ANDREA: No sé
si quieran.
DON PEPE: ¿Te
gustaron mis muñecos?
ANDREA: (Riendo)Sí, nunca los había visto.
DON PEPE: Los
hice yo mismo, voy a regalárselos a mis nietos. ¿Qué tal si te doy estos dos y
se los mostrás a tus compañeros? Ustedes pueden hacer muchos con lo que recojan
aquí. Yo me comprometo a enseñarles cómo hacerlos. Intentá convencerlos.
ANDREA: Sí,
mañana se los enseño y les pregunto.
ETAIL: Me
gusta la idea de ver limpio el camino. Será bueno para la salud de todos.
ANDREA:
Bueno, ya tengo que irme.
DON PEPE: También
voy a prestarte el libro que habla sobre los diferentes países del mundo y sus culturas.
Espero que también te guste mucho.
ANDREA:
Muchas gracias, Don Pepe.
DON PEPE: Es un
gusto. Saluda a tus padres de mi parte.
ANDREA:
Gracias, adiós.
ETAIL: Hasta
luego. Andrea.
DON PEPE: Hasta
luego, y buena suerte.(Andrea sale.
Pausa.) ¿Por qué estás triste, Etail?
ETAIL: No es
nada. Tan sólo me preocupa la sequía. Será muy bueno que limpien aquí, pero, ¿y
la sequía?
DON PEPE: No
dejás de tener razón. Pero es un buen comienzo, tal vez una buena señal.
ETAIL: Tener
buenas intenciones no es suficiente.
DON PEPE: Tengo
una idea, voy a ir a hablar con la maestra, así a Andrea le será más fácil
convencer a sus compañeros.
ETAIL: Es
una gran idea, Pepe. Muchas gracias.
DON PEPE: No es
nada, nos veremos luego.
ETAIL: Hasta
luego. Buena suerte. (Sale Pepe. El
ambiente se transformaen la habitación de Andrea.)
VI.
LA DIVERSIDAD CULTURAL
Se recrean ambientes de diferentes culturas del
mundo.
-
Aztecas
-
Chinos
-
Egipcios
-
Incas
-
Mayas
-
Hindúes
-
Africanos
-
Norteamericanos
Aparece
de nuevo el árbol, y al momento llegan Pepe y Andrea.
DON
PEPE: Ya estamos aquí.
ETAIL: Me alegra que hayás convencido
a tus compañeros y compañeras.
ANDREA: No fue muy difícil, la
profesora me apoyó y explicó algunas cosas importantes sobre el cuidado del
medio ambiente.
DON PEPE: ¿Pues
qué te parece si nos ponemos manos a la obra?
ANDREA: Ahora
mismo.
Andrea
pide ayuda a algunos niños del público, junto a don Pepe recogen la basura en bolsas
plásticas que al finalizar colocan a un costado del escenario.
DON PEPE:
Magnífico trabajo niños. Los felicito.
Los
niños del público se retiran. Andrea y Don Pepe se dirigen a Etail.
DON
PEPE: ¿Qué te parece, Etail?
ANDREA:
¡Quedó muy limpio!
ETAIL:
Sí. Ahora se ve muy diferente. Y es importante no permitir que vuelva a
ensuciarse.
DON
PEPE: Convendría colocar algunos rótulos para que la
gente no lo olvide.
ETAIL:
Ojalá alguna vez eso esté grabado en su conciencia, y no sea necesario recordárselos.
DON
PEPE: Los seres humanos somos, generalmente,
insensatos.
ANDREA:
¿Qué significa eso?
DON
PEPE: Que muchas veces no nos comportamos de manera
lógica o prudente. Es decir hacemos cosas que son incluso contrarias a nuestras
creencias.
ETAIL:
¿Y, por qué lo decís?
DON
PEPE: La mayoría de las personas creemos en Dios.
¿No es cierto?
ANDREA:
Sí, nosotros vamos a la iglesia.
DON
PEPE: Pues bien, adoramos a Dios, sin embargo destruimos
su creación, y de esa manera no sólo actuamos en contra nuestra, sino que
también estamos actuando en su contra.
ETAIL:
Debemos reconocer que hay pueblos que sí entienden la importancia de la
naturaleza y su relación con Dios. Las personas que vivían aquí en mis años de
juventud eran más cuidadosas.
ANDREA:
En el libro vi que hay personas que son muy diferentes en muchas cosas.
DON
PEPE: Las personas somos diferentes, pero
compartimos un mismo origen y un mismo destino.
ANDREA:
¿Un mismo origen?
ETAIL:
Todos venimos de la madre tierra: los animales, las plantas y la especie humana.
ANDREA:
¿Y por qué le dicen madre a la tierra? Mi madre es mi mamá.
DON
PEPE: Por supuesto, todos tenemos un papá y una mamá
que nos dieron la vida. Pero al mismo tiempo es de la tierra de donde obtenemos
todo lo necesario para vivir.
ETAIL:
La tierra es como una madre que siempre nos está protegiendo, todo viene de
ella.
ANDREA:
La comida la compramos en el mercado.
DON
PEPE: Pero se cosecha de la tierra. Cada fruta, cada
vegetal, cada grano que comes ha nacido de la tierra.
ETAIL:
Los árboles que no damos frutos comestibles también aportamos para la
supervivencia de otros.
ANDREA: ¿Qué
cosas por ejemplo?
ETAIL: Servimos
para que algunas aves construyan su nido, a ustedes les damos la madera para
que construyan sus casas, o la leña para que no pasen frío o para que cocinen
sus alimentos.
ANDREA: Sí,
es cierto, pero las casa también están hechas de ladrillos y cemento.
DON PEPE: Eso
también se obtiene de la tierra, el hierro, adobes, bloques, alambres… Es más, todo
lo que tenemos viene de la madre tierra.
ANDREA: ¿Los
televisores también?
DON PEPE: Sí,
las personas construyen todo con materiales que se sacan de la tierra.
ETAIL: De
modo que así como querés a tu mamá, también deberías querer a la tierra, por
tanto debés cuidarla.De hecho, todas las personas deberían preocuparse por cuidarla.
ANDREA: ¿Sí,
verdad?
DON PEPE: Todo
el planeta tierra es como una persona, como tú y como yo.
ETAIL: Y
como yo.
ANDREA: Vos
no sos una persona, sos un árbol.
DON PEPE: Un
árbol es un ser vivo, nace, se alimenta, y crece. Como nosotros, está formado
por muchos órganos que lo mantiene vivo.
ANDREA: En la
escuela me enseñaron que se alimenta a través de las raíces.
ETAIL: El
sol es también una forma de alimento, y su energía la tomo por mis hojas.
DON
PEPE: Y así como nosotros tenemos diferentes órganos
para hacer ciertas cosas, la madre tierra nos tiene a nosotros, y cada uno
cumple una función.
ETAIL: Por
ejemplo yo contribuyo a formar el oxígeno que ustedes respiran.
ANDREA: O sea
que ¿si no hubiera árboles nosotros no podríamos respirar?
DON PEPE: Es
correcto.
ANDREA: Leí
en el libro que “La tierra no nos pertenece, sino que nosotros pertenecemos a
ella.” ¿Qué quiere decir eso?
DON PEPE: El
planeta es como nuestros cuerpos. Nosotros tenemos diferentes órganos: El
corazón, pulmones, estómago, ojos, oídos… Si uno de esos órganos hace mal su
trabajo, el cuerpo se enferma. Cada uno debe hacer su función, ni menos ni más.
ANDREA: No entiendo.
DON PEPE: La
madre tierra ha enfermado porque muchas personas no han hecho lo que deberían
hacer.
ETAIL: En la
tierra, todos somos igualmente importantes, por eso los seres humanos no
deberían sentir que pueden hacer todo lo que quieran con el resto de nosotros.
Deben entender que no sobrevivirán en un mundo sin agua, sin plantas y sin
animales. Entender que si destruyen todo esto, se destruyen a sí mismos… En
otras palabras, todo el daño que vos provoqués, lo provocás contra vos misma.
ANDREA: ¿Y
cómo sabe uno qué es lo que tiene que hacer?
DON PEPE: La
clave está en el respeto, en no hacer nada que cause daño a los demás. Bien sea
a otras personas o a otros seres que son parte del planeta.
ETAIL: Todo
lo que hagás debe hacerse con amor. Tenemos que tratar a nuestros hermanos con
lealtad, sinceridad y respeto. Con amor.
ANDREA: Yo
sólo tengo un hermano.
DON PEPE: Nacemos
a través de un padre y una madre biológicos, es cierto, pero si todos somos
hijos de la tierra, todos somos hermanos. No importa en qué lugar nacemos, ni
el color de nuestra piel, ni nuestras creencias.
ETAIL: Todos
los seres humanos son tus hermanos, pero también los animales y las plantas, y
las montañas y los ríos.
ANDREA: ¡Que
loco!
DON PEPE: En
realidad la locura es creernos superiores, dependemos los unos de los otros.
Las personas no podríamos sobrevivir sin plantas ni animales.
ETAIL: Y recordá
que lo importante es que cada uno y cada una haga pequeñas cosas, para que
sumadas hagan un gran cambio.
ANDREA: Y aparte
de no tirar la basura, ¿qué otras cosas podemos hacer?
DON PEPE: ¿Por
qué no preguntas a tus compañeros y compañeras?
ANDREA: ¿A
ellos?
DON PEPE: Sí, a
ellos y a ellas.
ANDREA: Me
parece bien. (Al público) ¿Qué cosas
creen que podemos hacer para ayudar a la madre tierra a vivir sin enfermarse?
Participación
de los niños y las niñas. Don Pepe y Andrea refuerzan o amplían, si es preciso,
los comentarios de los niños y niñas.
DON PEPE: Muchas gracias a todos y todas,
creo que hemos aprendido mucho.
ETAIL: Lo
más importante ahora, es poner en práctica todas estas ideas. También espero,
Andrea, que sigás enseñando a otras niñas y niños sobre la importancia de
cuidar el medio ambiente. Y tené presente que la mejor manera de enseñar es
dando el ejemplo.
ANDREA: Te
prometo que de ahora en adelante siempre voy a cuidar de todo el medio
ambiente. Ahora sé que cuidándolo también me cuido yo misma.
Se escuchan truenos a
lo lejos.
DON PEPE: Escuchá, Etail. Parece que va a
llover.
ETAIL: Sería
maravilloso.
ANDREA: Sí,
¡por fin te vas a bañar! (Todos ríen)
ETAIL: La
lluvia hace que vuelvan mis esperanzas de no perder mis ramas enfermas.
DON PEPE: Creo que deberíamos irnos.
ANDREA: Sí,
mis padres van a preocuparse si llueve y yo no he llegado a la casa.
DON PEPE: Vamos entonces, yo llevo el
mismo rumbo así que te voy a acompañar. Hasta luego, Etail.
ETAIL: Esperá un momento Pepe.
DON PEPE: Pero es que…
ETAIL: Solo quiero pedirte que les des
las gracias a los niños y niñas de mi parte.
DON PEPE: ¿Por qué no se las das vos
mismo?
ETAIL: Porque no pueden escucharme.
DON PEPE: Yo creo que sí.
ETAIL: ¿De verdad?
DON PEPE: Preguntales.
ETAIL: Está bien. ¿Ustedes me escuchan?
(Espera la respuesta del público)
¿Sí? ¡Sí me escuchan Pepe!
DON PEPE: Entonces podés darles las
gracias.
ETAIL: Quiero que sepan que estoy
muy agradecido con ustedes; no olviden que son mis hermanos y hermanas, y que
nosotros, a pesar de no ser humanos, también contribuimos para que aquí, en la
madre tierra, todos podamos sobrevivir y ser felices.
DON PEPE: Muy bien, Etail. Ahora sí
debemos irnos.
ANDREA:
Adiós, Etail.
ETAIL: Hasta
luego Pepe, hasta luego, Andrea. Muchas gracias por todo. (Don Pepe y Andrea salen)
Se escuchan música y truenos
en la lejanía. Al cabo de un instante el sonido de la lluvia. Las hojas de
Etail van tomando un color más brillante, y lentamente se produce un
OSCURO